Me voy a la playa, me voy al sol, a la arena, al rincón lleno de cuerpos de piel dorada y caliente..
A pelearme por la sombra con la vieja anaranjada y llena de pliegues achicharraos, a saltar por la arena con los pies churruscaos, a observar desnudos con pecas y maravillosas imperfecciones, a la luz amarilla, al agua azul..
A paseos nocturnos y frescos llenos de colores, chinos y rubias platino, a las terrazas, al burguer, al pescaito frito con cerveza muy fría..
Al castillo de goma, al desayuno tardío y a la noche larga con abrazo generoso y olor a mar..
5 comentarios:
Qué bien!! que lo disfrutes, así nos cuentas anecdotas cuando vuelvas, con ese salero que te caracteriza.
Besos salados
Pues a ver si llegas de una vez, hija, que me tiene frita la señora anaranjada intentado poner su toalla encima de la tuya, grrr... aprovecha y trae ya unas sardinitas fritas para desayunar, que son ya las cinco de la tarde y va siendo hora... son ideales para comer aquí, crujientitas, llenas de granitos (no es una alusión personal) de arena... se ve más celulitis que nunca, este invierno ha sido muy duro, y la primavera corta, así que tranquila, que no vas a llamar la atención. Hala, espabila! (hay que ver que tonterías dices al final... ni que estuvieras enamorada, hija)
Me quedo con esas noches de sabor a sal.
Esa sirena
rezuma tanta sal
que crea soles...
HaikuBeso
Verdades como puños. Cómo conoces la arena y la mar :)
Un saludo.
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