SUperMANA

Es un monstruo al que hay que dominar, y yo últimamente no lo domino. Empezó a enseñar los dientes poco a poco, yo no me percaté, me hice la longi y dije..bueno, no me hará daño que se caiga la barra de las cortinas..Otro día se cargó lo que sujeta la ducha como el que no quiere la cosa..Por último, un día, se me puso chulito y se hizo fuerte en el cuarto de la plancha, sonreía con sorna y salí corriendo ante las montañas de ropa sin planchar. Del trabajo a casa pensaba en él: Ofú, que se haya ido, que se haya ido..Nada, llegaba y me lo encontraba en el salón a sus anchas, fumando y tomándose un cubata. Me dije, en fín, me enfrentaré a él y lo echaré a patadas, pero la valentía me duró un guiso de papas. Es duro, realmente duro, todos los días quiere comerme terreno, pero yo me pongo el cohete en el culo y recojo ropa, hago comida, limpio y voy al super. El otro día me ganó la batalla, me rendí, me senté en el sofá del que se había apropiado y pasé de todo. Él aprovechó para crecer y llegó un momento en que el mecanismo doméstico se fué a la porra. Como soy supermana de toda la vida tuve que ponerme la capa a regañadientes y le apunté con el laser: Mira monstruo de mierda, conmigo no vas a poder, aquí mando yo y aunque estoy reventá, aún tengo fuerzas pa sacarte de mi casa. Le empujé hasta la puerta, tiré de su pelo de monstruo hasta el ascensor, él se resistía y quería morderme, pero lo eché. Ahora ya está todo ordenado, planchado, cocinado y limpio, pero me he dao cuenta de que hay veces, que la capa de supermana pesa un huevo, joder.