Con esto de que mi niño se tiene que ortodonciar, me han vuelto las ganas de ponerme otra vez mi corrector dental de quitaypon. Casi no me entra ya, ha pasado tanto tiempo que no me encaja y me lo pongo más que nada para castigarme por inconstante.. Es absurdo ponérmelo y aplicarme ese dolor gratuito, ya lo sé, pero aún hay cosas más absurdas: escribir aquí.
A las 10 de la noche la batalla campal de mi casa está en pleno apogeo, y yo con mis alambres en el paladar, que no encajan ni patrás, tengo que poner orden a gritos espantósamente ridículos:
-ico! qe teeicho qe aves os piatos! Tú, aela, ecoge tu cuahto aoa mihmo!, afa! afa! el ijama!
Ellos, que deberían escuchar mis órdenes acojonaos, en realidad escuchan mi "dialecto" descojonaos, y no sólo no me hacen ni puto caso, sino que me imitan en cuanto me doy la vuelta.
Cria cuervos y te crecerán los enanos..
5 comentarios:
Mérito tienes
si resuelves a tres
con parabienes...
MUA!
Sí... el otro día la mía pequeña me dijo que recién levantada, y con los pelos sin recoger, no tengo autoridad.
Este mensaje va dirigido a un tal Raangul: por favor, graba a tu hermana, o fotografíala de tal guisa y le grabas la voz... quiero verlooooo!!!
oinch, uapi,
con lo mono que nos ha queao el boquino despues de que nos sacaran el tractor :D
Buena la diferencia entre tener al hijo acojonao que descojonao.
Me has desatado la sonrisa.
¡Vaya si hacía tiempo que no venía por aquí, con el buen aire que se respira!
Besos,
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