CAZERINJERBURN

-"Y cómo saliste del paso?"
-" me imaginé que era Cazerinjerburn".
No se lo reprocho, yo hubiera hecho lo mismo. Contacón tuvo que recurrir a su método de "ellaloharíaasí". Se colocó su traje de rayas, su corbata, sus zapatos impecables, por supuesto todo ello asesorado por Sosopán, y salío de su casa con cara de pavo escuchando una pandereta. Sosopán le había insistido tanto que tuvo que salir del armario, mirar a ambos lados y sacar una patita detrás de la otra. Y mira que él sólo sale en ocasiones muuuy exclusivas, y cuando es absolutamente necesario, pero es que Sosopán ya está hasta el pito de soportar su automarginación. Contacón se movió con toda la naturalidad que pudo, en la cena pija a la que estaba invitado como pareja de Sosopán. La cremdelacrem sevillana y otros peces gordos, los saludaban con aparente normalidad. Pero llegó la hora de las fotos. Contacón llevaba un rato concentrándose en imaginarse que era Catherinjerbun, ya casi lo había conseguido y caminaba entre los canapés con paso firme, pero cuando Sosopán le dijo: niño, que nos van a hacer una foto...Contacón huyó. No perdió el zapato como cenicienta, pero perdió el canapé que estalló contra el suelo ante el sorprendido fotógrafo.
En los periódicos del día siguiente, Sosopán aparecía sonriente entre dos sonrientes desconocidos, una hombre y una mujer. Bienaventurados los fotógrafos, porque de ellos será el reino de los cielos. De Cazerinjerburn ni rastro.