10.4.08
Llueve
Raymundo llegó, me besó y me acunó. Me dijo margaritas y amapolas.
Traspasé las paredes del cuarto de baño, me puse la sartén en la cabeza y levité de camino a la cocina. Fuí a correos a que me plancharan la ropa y llamé para pedir cita al zapatero. Me encontré con un perro, lo saludé por su nombre y me paré en el banco a comprar el pan. Me comí los macarrones con salsa de dentrífico y los niños llenaron la bañera en el salón.
LLueve con tanto sol que deslumbra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Y seguro que tiene la casa llena de naranjas azules. Suele pasar.
¿Tú te das cuenta de la cosa tan bonita que has escrito?
Que sea eterno...
Mua!
ainsss, l'amour!!! estoy de acuerdo con Curro, te deseo lo mismo que Curro (me estoy copiando de Curro?, bueno, por un día...) y el cuadro muy chulo. :) ten cuidado no vayas a trabajar con la moqueta puesta.
¿Enamorada, quizás?
Si es que hasta la del cuadro (¿TÚ?) tiene una cara de andar por las nubes...
un beso, guapa!
Publicar un comentario