Matías Prats y Lorenzo Milá

Ahora que los he visto de cerca me doy cuenta de que Sosopan corre un grave peligro. Lorenzo Milá y Matías Prats empiezan a rayar en lo imposible. Yo no me los imagino a ninguno de los dos comprando medio kilo de filetes de cerdo, bueno a Lorenzo un poco más, pero en el caso de Matías resultaría chirriante. Ambos tienen el mismo porte, tiesos y bien vestidos, con una buena mata de pelo y sonrisa añeja y entrenada. Los dos parecen dos maniquíes del corte inglés y saben colocar a la perfección la postura de la cabeza delante de una cámara. Sus miradas son tan calculadamente estudiadas como la elevación de la ceja en distintos niveles; ocultan en las expresiones de sus caras, un jeroglífico complejísimo con matices que nosotros los televidentes jamás alcanzaríamos a captar. Llevan años y años hablándole a un objetivo, y eso hace que asesinen la espontaneidad. Por la parte que me toca voy a procurar que a Sosopán no le pase lo mismo, si hace falta tendré que hacerle una inmersión de 2 meses en mi casa, soportando a mis niños día y noche.. saliendo a comprar con un chandal... Eso hará como mínimo que se despeine. Luego, si esto no funciona, lo llevaré a Isla mágica en carzonas. Ni de coña dejaré que se convierta en una figura de cera hecha en serie. Me lo agradecerás Soso.