13.10.06

PEOS

Cuatro fantásticas turbomamis en una terraza de verano tomándose un vinito pueden hablar de muchas cosas. Lo que probablemente pensareis todos es que hablabamos de hombres. Pues sí, entre otras cosas. Lo preocupante son las otras cosas. Empezó mariplun a decir lo mal que le sentaba cenar mucho. Mariflin se quejó de que se le hinchaba la barriga constantemente sin razón aparente. Mariclan apuntó que últimamente los gases no la dejaban dormir.
Os juro que estuvimos más de una hora y media hablando de la forma en que cada una se peia. Cantidad, calidad, sonoridad y olor. No digo más. Eso sí, ibamos todas muy bien vestidas y peinadas. En el bar sólo se percataron de nuestras risas.

5 comentarios:

Goldenfrappe dijo...

Niña, niña, que escatológicas y qué bien sabéis disimular las Maris. Me encanta.
Ante todo compostura, y el que se escandalice, que no ponga "la parabólica", ea.

Miss Ketchup dijo...

De acuerdo con Golden, y al que no le guste, que no mire... o que no huela!!

sardinita dijo...

viva el marialmax!

Gunillo dijo...

Sí, sí, la zafiedad de sobremesa puede ser muy reconfortante a la par que catártica, sobretodo si se va bien pintipará y con pose fina.

. dijo...

me encanto¡