Marujamelón sonrió desdentada.. Su mirada insinuante y seductora hacían un contraste desconcertante con su muela fantasma y una paleta picada. Y es que Marujamelón sabía parpadear con esmero, incluso con un cuarto kilo de maquillaje sobre el párpado..
Ella iba siempre prepará prepará, las uñas de los pies dejaban ver una pedicura exquisita con adornos de florecitas sobre la laca de uñas color rosa. Su melena brillante enmarcaba el óvalo de su cara perfectamente delimitado por la brocha nº 5 de color beich dorado. Los hombres suspiraban a su paso, y yo la veía por mi ventana tan escrupulosamente arreglada que me quedaba embobada hasta que alguien me avisaba de que se me quemaban las lentejas..
La volví a mirar hasta que me saludó con una amplia sonrisa..
"Yastá, lacagaste Marujamelón" dije muy bajito
Tanto adorno y perifollo se hacían invisibles ante su dentadura amarilla llena de caries y hoquedades dentales, eso sí, perfectamente enmarcada por unos labios jugosos de un rouge intenso.
Ay Marujamelón..me dije, que no tenteras, menos flores en las uñas de los pies y más dentistas.
3 comentarios:
ere la supermarujatrabajadora
?de donde sacas el tiempo quilla????
??y la furgo????
vamos a ser camioneras???
que no te veo na
y techo de meno mucho
la via sin ti e mu gurria
Mejor para la Maruja, que la perfección es muy aburrida, prima. Besucos (Sardi: escribe)
niña es que los dentistas estan muy caros mas que el rimel.abrazos
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